------No te enamores de la libreta de poemas "Tristes" que se llama "Fantasía"; Hay una que es de "Odio" y Él la llama "REAL"------

Un fragmento de la historia “PESADILLAS”

El Inmortal tenía "Pesadillas" por cada vida que esa COSA poseía y de todas sus posesiones una le intrigo bastante. Una de las tantas mujeres consumidas dentro de eso, se había enamorado de una libreta morada escrita en letras doradas, el inmortal intrigado por tan peculiar pensamiento decidió recrear su historia con esa libreta y así entender un poco la mentalidad de esa mujer.



Pesadilla -19;
------NO TE ENAMORES DE LA LIBRETA DE POEMAS "TRISTES" QUE SE LLAMA "FANTASÍA";



Capítulo 1
------Solo 3 Páginas------

- No está, no está, no está, no está, no está, no está…
-- ¿Qué pasa Leivyt?
- ¡Mi libreta no está!
-- ¿Qué libreta?
- ¡Mierda! la tiene esa chica…
-- Leivyt, ¿Qué pasa?

Leivyt un chico del 14vo grado salió corriendo a toda prisa del salón de “Psicología de los DNA” el cual se encontraba en el cuarto piso de uno de los edificios del ala este de la Universidad…
Su manera de salir a toda prisa hacia los jardines llamó la atención de más de uno, pero nadie quiso saber a dónde se dirigía el estudiante con tanta prisa…
El compañero con el que estaba Leivyt hace unos escasos instantes, tenía mucha curiosidad por saber por qué estaba tan exaltado su compañero, pero no lo intentó seguir en la recuperación de su aparente libreta, pues tenía cierto miedo que le provocó Leivyt con su mirada, así que se limitó a cuestionarse a sí mismo por el miedo que le aquejaba en esta extraña situación.

Una chica se adentraba en los jardines que habían sido diseñados como un laberinto. A pesar de no ser tan grande y complejo el laberinto, aquellos que no habían curioseado dentro de él, podrían llegar a perderse. 

Esa chica de nombre Remmi, parecía que iba a ser la única que se adentraría en el jardín en esa última mañana de primavera. Ella iba escuchando música ambiental que armonizaba su caminata por el jardín y los audífonos que tenía eran los suficientemente sofisticados como para que ningún sonido del campus, le rompiera la ilusión de soledad que buscaba encontrar inesperadamente ese día. Todo aquello había sido provocado por encontrar una libreta, la cual era morada de pasta gruesa tipo italiana y con un listón dorado como separador que enrollaba la libreta con 6 vueltas de manera vertical, lo que aparentemente en un principio a ella le pareció que era un libro que no tenía título en la pasta. Así que se dispuso a abrirlo, esperando encontrar el nombre del dueño del libro, pero solo descubrió que se trataba de una libreta. Pensó en que tan atolondrado se puede ser como para no poner un nombre, aunque sea de manera disimulada para casos de extravío. 
Pero eso solo fue un pensamiento fugaz, ínfimo para el tiempo, su atención se volcó en las hojas grises oscuras, 157 hojas para ser exactos; el extraño color dorado de sus letras y el título que vislumbro su significado en la primera página al instante de abrir la libreta y que causó una curiosidad muy grande en ella cuando volvió a la primera página y observó por un momento la belleza en la simpleza de lo que aparentaba ser el título de esta libreta. Sin más, no pudo contener la curiosidad que invadió a su ser y empezó a hojear la libreta sin importarle la privacidad de quien la había escrito. Pudo notar que cada hoja tenía una variante de contenidos que iban desde escritos, poemas, conjeturas, dibujos y pensamientos; los cuales estaban numerados en la esquina inferior hacia el lomo a partir de la tercera página y acababan su numeración hasta el 312 (Página 314) también noto que la libreta había sido llenada hasta la página numerada 188, aunque en esta página había un dibujo aparentemente incompleto.
En la contraportada interior había tres signos de interrogación dorados y debajo estaba dibujado un símbolo del infinito incompleto, que bajo su apreciación le parecía estar dibujado más de la mitad, ella calcula que un 60%. 
Casi inmediatamente sin pasar por su mente el pensar en devolver la libreta, se dispuso a caminar al “Jardín Laberinto” para devorar las palabras y los dibujos que contenían esa libreta morada escrita con letras doradas…

Leivyt llegó a donde había visto a la chica que llevaba consigo su libreta, pero el tiempo que le llevó bajar desde el cuarto piso en el que se encontraba, le había hecho perder la noción de a dónde se podía haber dirigido esa chica.
Unas chicas que pasaron cerca de él, le dieron afortunadamente una inesperada pista: 

- Remmi casi choca con el rector, todo por estar leyendo esa libreta morada, si no fuera ella…

Eso hizo que el recuerdo que en un principio no servía para identificar quien se hizo con su libreta, la sola mención de Remmi, le hizo visualizar la apariencia con la que la había visto hoy en el campus e inmediatamente encajo en sus memorias con la chica que había visto que tenía su libreta hace unos momentos.
Sin tomar ningún contratiempo se dirigió hacia la dirección de donde venían las chicas hablando de Remmi.
Buscándola con la mirada, con una imagen más certera de quien estaba en posesión de su libreta pudo encontrarla en tan solo unos instantes; Ella estaba a unos 40 metros de él, adentrándose en el “Jardín Laberinto”

- ¡REMMI! ¡REMMI! -
Su manera de correr y sus gritos, hacían que fuera muy llamativo Leivyt para los demás Estudiantes, algunos intentaron ir tras de él por la curiosidad que les suscitó tan repentina situación, pero la aparición del Rector apagó toda intención de hacer un seguimiento a Leivyt…
El Rector miro a Leivyt, el cual pareció no notar su presencia y salvo una mueca de sorpresa, el rector no hizo más que seguir su camino…

Leivyt vio como Remmi se adentro en el Jardín, sin que ella mostrara inmutarse por su llamado tan claro ~Acaso eres sorda~ pensó.

Cuando llegó a la entrada, no supo a dónde dirigirse, pues él era uno de los pocos que nunca habían pisado anteriormente el Laberinto y adentrarse en él, supuso que se perdiera inevitablemente en él…



A cada punto cerrado por los setos de este laberinto hacia que Leivyt perdiera poco a poco su paciencia:

- ¡Idiota, dónde estás! ¡REMMI ME OYES! -

Remmi por su parte, conocía este jardín tan bien que incluso andaba en él de manera inconsciente. Cuando llegó al punto que más le gustaba en el jardín se dispuso a sentarse en una banca de color blanco que se encontraba en lo más profundo del Laberinto; Tan absorta se encontraba por la primera conjetura, la primera imagen y el primer escrito, que no se percató del letrero que tenía la leyenda “Pintura Fresca” en la banca. La sensación de humedad la hizo salir de sus pensamientos y de su inmersión, pero solo para pararse a pensar ~¿Quién podría ser la persona que había escrito esto?~

El lapso que la trajo a la realidad fue momentáneo y el repaso del escrito de la página 3 con una entonación dulce y melancólica se empezó a oír en el centro de ese Jardín Laberinto.,,

Leivyt no podía creer lo que estaba pasando ~No lo leas por favor, no lo leas, ese escrito, no va en esta libreta… Espera esa voz~ 
- ¡REMMI! -



-- ¿Dónde está el tiempo?
que se necesita perder en el tiempo
para poder volver a estar bien una vez más.
¿Dónde está lo perdido?
que se necesita acompañar para siempre,
para volver una vez más a estar bien
¡Quiero estar bien! --


Los sonidos del seto que estaban siendo atravesados, no fueron los que interrumpieron la lectura de Remmi, si no Leivyt quien la tomó por la espalda fue quien dio fin a su lectura, con un pequeño sobresalto que le provocó tan inesperada interrupción.

-- ¿Leivyt? - Ella se acercó a un Leivyt con medio cuerpo dentro del seto y todo desmoronado por el sobreesfuerzo que le supuso atravesar los setos tan imprudentemente -- ¿Te encuentras bien Leivyt? - La repentina respuesta de él y el rostro que empezó a sangrar por los rasguños que había en su cara, hizo que Remmi soltara un pequeño grito que se convirtió en preocupación en un instante, al ver que él pareció desmayarse por el momento -- ¿Dijiste que esta libreta es tuya? --

En ese momento ella se percató del letrero que decía “Pintura Fresca” -- Oh no - rápidamente verificó lo que temía, estaba completamente impregnada de pintura por toda su retaguardia: 

-- Ahora qué…--
- ¿En serio no piensas en ayudarme a salir de aquí? -
-- Perdón yo… este, sí, claro, perdón --

Cuando Leivyt con la ayuda de Remmi pudo salir del seto que lo tenía aprisionado, no pospuso su intención de recuperar su libreta y la tomó de encima del bolso de Remmi…

-- Perdón yo, la iba a devolver, pero no tenía un nombre y entonces…
- Lo entiendo, no hay problema, fue un descuido mio -
-- No había leído mucho, solo el primer escrito - La mirada de Leivyt mostró claramente un enfado -- Perdón --

Un suspiro largo dio Leivyt y empezó a alejarse de Remmi dándole la espalda.

- Esta bien, no hay problema, solo olvida lo que viste…
-- No podría - Leivyt volteo con una expresión de i…
-- Es muy bello lo que escribes, muy bello en su tristeza, me gusta mucho y la verdad es que quisiera…
- Dime ¿Por qué crees que el título de mi libreta es “FANTASÍA”? -

"FANTASÍA Y REALIDAD"
--Supongo que porque son las cosas que crees que no pueden hacerse realidad--


Entonces Leivyt le sonrió… y en voz baja pronunció:

- Supongo que solo viste 3 páginas -
...
...
..
..
.



Pesadilla 20-
HAY UNA QUE ES DE "ODIO" 
Y ÉL LA LLAMA "REAL"------

El Inmortal tenía "Pesadillas" por cada vida que esa COSA poseía y de todas sus posesiones una le intrigo bastante. Uno de los tantos Hombres consumidos dentro de eso, escribía libretas que lo condenaban, lo calmaban y lo salvaron, el inmortal intrigado por tan peculiar pensamiento decidió recrear la historia de esas libretas y así entender un poco la mentalidad de ese hombre.













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